
"Hacía tanto calor que los sobrevivientes pedian morir; otros bebían su propia orina". María Moreira, 33 años fue una de las tres personas que se rescataron ayer en Manta, entre los escombros del centro comercial de la zona de Tarqui,
Ella cuenta que lo hizo, pero al fin fue rescatada, antes de eso estuvo arrastrándose por horas en un espacio de 50 centímetros de alto. Arriba cemento, abajo también. En su recorrido vio personas muertas, algunas vivas y otras que morían frente a sus ojos. Les faltaba el aire, cuenta. La gente se asfixiaba. Hay gente viva, pero está atrapada entre ladrillos y placas de cemento. “Adentro hay gente viva aún, hasta ayer que me sacaron escuché voces y gritos. Ese lugar es un infierno”, expresa. Moreira el sábado, día del terremoto, compraba útiles escolares en el lugar con su esposo.
Joseline Reyes también estaba en el lugar, ella laboraba en la papelería. Cuenta que el sábado el lugar estaba lleno. “Son dos plantas, había mucha gente comprando útiles escolares; padres con sus hijos, familias enteras, todos están allí”, indica.
En las dos primeras plantas del centro comercial funcionaban librerías y papelerías. Los otros dos pisos eran parte de un hotel. De los 12 edificios que se cayeron en Tarqui, el Centro Comercial es donde se ha concentrado el trabajo de rescate.
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